Crónica de un secuestro XX
Cuando la lógica muera
Por Alvaeno Alvaeno
Homero en su Odisea narra las aventuras y desventuras de Odiseo, más conocido como Ulises, en su viaje hacia su tierra, Ítaca, y en este poema épico hay una parte en la que Odiseo se enfrenta a los cantos de sirena, aunque estas sirenas griegas nada tienen que ver con lo que conocemos como sirenas, ya que las de Ulises eran diferentes porque tenían cuerpo de ave y rostro de mujer, y en lugar de aletas tenían alas.
Bien, y ¿a qué viene este
discurso dominguero?
Viene a decir que no
os dejéis llevar por cantos de sirenas y que sea Circe, la conciencia, que os
guíe y os tape los oídos para no perecer ante la celestial y dulce voz de estos
seres alados hoy transformados en seres filantrópicos que velan por el bien y
la salud de la humanidad ocultando tras su semblante de bondad, algo terrible,
como ocultaban el objetivo que tenían aquellas sirenas, hacer que los marinos
se ahogaran en el mar tras caer rendidos por sus cantos.
Lo dicho, cuidado con
lo que está por llegar, y de momento, lo mejor es taparnos los oídos, pero no
la boca ni los ojos. Ahora más que nunca necesitamos hablar, denunciar, mirar,
ver más allá de la espesura del bosque, sí, es hora.
Hoy voy a hablar
de la lógica, tras esta entrada sobre mitología, la lógica, sí, vayamos al
significado de la palabra según la RAE, y nos vamos a quedar con tan solo dos
de sus acepciones
1. f. Disposición natural de los seres humanos para pensar de forma coherente.
8. f. Modo de pensar y de actuar sensato, de sentido común. Por lógica, este es el mejor camino.
Según estas dos
acepciones podríamos decir que en la actualidad, sobre todo en el tema
“monotema” del mundo, sobre el virus corona-19, ninguna de ellas se está
aplicando, bien porque los que dictan las normas no tengan claro qué significa
la lógica o para qué se usa, y simplemente porque la lógica con la que ellos
actúan es la lógica de sus propios intereses quedando los de los demás, o sea,
los del pueblo, tirados a la basura directamente.
Según el banco de
Inglaterra, su país se enfrenta a una crisis nunca vista en 300 años, y se
esperan malos tiempos, según esos anuncios, que basados en la realidad y
probablemente usando la lógica matemática, por aquello de que dos más dos
siempre serán cuatro, el modo de afrontar la crisis del virus nos ha llevado a
la mayor catástrofe económica jamás conocida antes. Y yo me pregunto: ¿Quiénes
serán los más perjudicados en esta hecatombe económica? Aunque sea una pregunta
estúpida, y carente de toda lógica, o mejor dicho una perogrullada, siempre,
siempre, los muertos en cualquier contienda caen del mismo lado, así caerán
también en esta crisis pandémica en la que estamos inmersos y perdidos porque
lo que está claro es que los que dictan las normas siempre barrerán para sus
casas, hace tiempo que al resto de los humanos nos quitaron las escobas para
que dejáramos de barrer para las nuestras, ahora y siempre hemos tenido que
sufrir para salvarlos a ellos, a los de arriba, y el que crea todavía, a estas
alturas, que existe la democracia, o que nuestra sociedad del “bien estar” se
sustenta en ella, está o ciego o sordo o mudo, y puede que a estas alturas haya
perdido también el resto de los sentidos como el olfato (no se puede oler una
pantalla), el tacto (distanciamiento social),
y el gusto (tampoco se pueden saborear los besos).
En fin, que la olla
está al máximo de presión, y no hace falta mucho para que de un reventón si a
alguien no se le ocurre quitar la válvula para liberarla de la citada presión.
No serán nuevas oleadas de contagios de Covid-19 lo que venga, vendrán oleadas
de multitudes luchando por sus derechos, y por una vida digna, los que nos
están arrebatando a pasos agigantados.
Sí, cuidado con los
cantos de sirena.
Salve, César, los que van a luchar te saludan.
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