Crónica de un secuestro XXVIII

El enemigo invisible                  

Por Alvaeno Alvaeno

 

 

Resilencia:
“la capacidad humana de asumir con flexibilidad
situaciones límite y sobreponerse a ellas”.

“En mitad del inverno, finalmente aprendí que
había en mí un verano invencible”
Albert Camus.



Dani sigue su camino hacia ese empleo de reparto porque no le queda más remedio que sobrevivir, podríamos decir que Dani posee eso que llaman resilencia, y que como bien dice su definición es la capacidad humana de asumir situaciones límite y sobreponerse a ellas, pero ¿sabe Dani que la situación generada por la pandemia lo llevará a él y a millones como él a una catástrofe sin parangón? ¿Sabe Dani que, a pesar de ser resilente, no habrá opciones para salir adelante? ¿Sabe Dani que cuando hoy llegue a su trabajo ya no le darán encargos para repartir? ¿Sabe Dani que dejará de tener ingresos hoy mismo? ¿Sabe Dani que la multa que le acaban de poner por no llevar mascarillas sí que se la van a cobrar?

No, Dani no sabe nada de eso, y en ese momento en el que se dirige con su bicicleta a su trabajo, nada puede indicarle que eso sucederá. Porque él, como otros tantos, siguen teniendo esperanza y piensan que todo esto pasará porque dicen que no hay mal que cien años dure ni cuerpo que lo resista. Pero, siempre hay peros y letra pequeña.

El gobierno se pavonea y se engola la boca con el discurso de las nuevas ayudas, la renta mínima que van a aprobar para paliar la crisis económica en la que han caído millones de personas, pero el gobierno no lee en voz alta la letra pequeña y se guarda las condiciones para más adelante, para la hora en la que esos millones de personas deban rellenar la solicitud para recibir la tan cacareada “renta básica”, que de renta no tiene nada y de básica tampoco, porque la final lo que el gobierno va a hacer es completar hasta los 426 euros que se estiman como “renta básica” a los que cobren unos doscientos euros al mes, claro, los que lo cobren y lo puedan justificar con contratos, y además no posean en propiedad un vivienda que está valorada en más de 100 mil euros, y la pregunta es: ¿qué vivienda en España vale menos de esa cantidad? O ¿Los que tengan casa propia cuyo valor exceda del establecido por el ministerio no tienen derecho a la citada renta, aunque carezcan de ingresos? Y además está otra condición en la letra pequeña que es la de no haber tenido ingresos, o haber tenido pocos ingresos en el año 2019, otra trampa más para evitar conceder la “renta básica” que como su nombre indica es eso, una renta para que todos los ciudadanos que estén en riesgo puedan tener al menos para llenar la nevera. ¿Con el nivel económico de los más desfavorecidos si han recibido ingresos en 2019 por eventuales trabajos, no les corresponderá la ayuda?

No, ni Dani, ni muchos como él piensan que tras todo discurso existe la propaganda política, y que la realidad será bien diferente de lo que se ha dicho, mañana el Consejo de Ministros firmará el tan esperado proyecto para paliar esas carencias en miles de hogares, pero ese proyecto lleva ocultos como un veneno demasiadas condiciones, y no, la verdad es que no, que no todo es oro lo que reluce ni todo el monte es orégano, porque la letra pequeña sigue dejando en la más absoluta pobreza a millones de hogares.

Es triste comprobar que sean tan ágiles a la hora de aprobar decretos referentes a otras medidas y en aprobar un proyecto tan necesario se tomen su tiempo como si a los perjudicados les sobrara dinero, en la misma constitución lo dice bien claro, otra cosa es que se lleven a cabo las medidas para que se cumpla la Carta Magna que nos dice bien claro en sus artículos 10, 35 y 47,  del Título I, entre otros, que todos tenemos unos deberes y derechos fundamentales y que el Estado ha de velar para que todo ciudadano tenga una vida digna.

Pero Dani, no recuerda ahora esto, él es un español más, de esos que se verán afectados por la crisis del virus, y por las acciones del gobierno, puede que Dani, reciba una ayuda, puede que Dani no la reciba porque tiene en propiedad una vivienda que está valorada en más de 100 mil euros, pero eso no le dará de comer, y puede que Dani, tenga que vender su vivienda para sobrevivir, seguro que ya habrá algún “fondo buitre” afilándose uñas y pico para hincarle el diente porque con 426 euros, en caso de que le concedieran la ayuda, no es posible alimentar a una familia, y Dani, tiene una familia, una mujer en paro, y dos hijos en edad escolar, sí, pero Dani hoy no sabe que cuando llegue al trabajo será despedido sin más, sin derecho a nada, porque su contrato solo es agua de borraja, otra treta más del capital y de la multinacional para la que trabaja, hemos de decir, trabajaba, repartiendo a comisión, 1,50 euros por pedido repartido, echen cuentas, ¿cuántos kilómetros tiene que recorrer, queremos decir, tenía, para sacar un sueldo digno?

Así la vida, así la propaganda política... No mucho más allá, a unas manzanas, la oligarquía fascista se manifestaba para seguir teniendo sus privilegios, el mundo al revés.

Salve, César, los que sufren ya no te saludarán jamás.

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