Posverdad y desobediencia en tiempos de C-O-V-I-D
Por Alvaeno Alvaeno
"Sólo la credibilidad debe determinar si lo que la propaganda propone debe ser cierto o falso"[] y "Si la propaganda va a ser exitosa, debe saber lo que busca. Debe mantener clara y constantemente presente su objetivo y buscar los medios y métodos apropiados para alcanzar ese objetivo. La propaganda, como tal, no es ni buena ni mala. Su valor moral es determinado por el objetivo que busca".[]
Lo anterior establece
una situación más bien confusa, lo que ha llevado a algunos a sugerir que se
pueden derivar cuatro principios de la "propaganda goebbeliana":
1. No hay verdad.-
2. Toda información (real) es irrelevante.-
3. La historia y los mensajes de los medios son sólo una narrativa.-
4. La verdad es lo que se escoge creer.
Alternativamente, se proponen los siguientes principios: Principio de
renovación: Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a
un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público esté ya interesado
en otra cosa. -Principio de la verosimilitud: Construir argumentos a partir de
fuentes diversas. -Principio de la silenciación: Acallar las cuestiones sobre
las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el
adversario. -Principio de la transfusión: Por regla general, la propaganda
opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional
o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. -Principio de la unanimidad:
Llegar a convencer a mucha gente de que piensa “como todo el mundo”, creando
una falsa impresión de unanimidad.”.
El siguiente texto lo escribí el viernes día 11 de febrero de 2011, por la mañana, cuando todavía Mubarak no había dimitido. Pero solo tenemos que cambiar el escenario de las protestas y poner el escenario que nos han creado para cercenar nuestras libertades. Todo sigue igual, mismos perros con distinto collar y otras "armas" para doblegar a los ciudadanos.
En España
En mi opinión, reitero siempre peregrina, creo
que la mejor de las revoluciones es la de la desobediencia social, con la que
Thoreau ensayaba, y por la que fue detenido por negarse a pagar los impuestos.
Puesto en libertad más tarde porque alguien pagó lo que le correspondía por él,
o como lo hizo Gandhi.
¿Qué supone para el Estado, que un día un país
entero se levante y no participe del juego? No me refiero a una huelga general
a eso no, porque para realizarla hay que pedir permiso al mismo Estado y hay
que poner de acuerdo precisamente a los que nos están fastidiando. No, no se
trata de huelga alguna, se trata de romper las reglas, de no participar en el
juego, de no seguir alimentando al monstruo: Mercado- capital- consumo. Se
trata de una TOTAL DESOBEDIENCIA CIVIL.
¿Cuánto está dispuesto el Estado a aguantar,
una semana, un mes?, y lo que es más importante no podrá obligar a nadie a ir
contra su voluntad, y si ésta es la de no participar, destruirá el sistema en
menos de un mes.
Imaginen, sólo les pido que imaginen, el resto
habrá que ir elaborándolo porque estoy convencido de que la única forma de
hacer revolución actualmente es la desobediencia civil.
Saquen todo su dinero de los bancos a ver qué
ocurre, no paguen sus impuestos, a ver qué ocurre, no participen del sistema
que los oprime, a ver qué ocurre, inventen, sean imaginativos y creativos y
construyan un nuevo sistema, pero antes demuestren su fuerza.
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