Posverdad y desobediencia en tiempos de C-O-V-I-D

Por Alvaeno Alvaeno


"Sólo la credibilidad debe determinar si lo que la propaganda propone debe ser cierto o falso"[] y "Si la propaganda va a ser exitosa, debe saber lo que busca. Debe mantener clara y constantemente presente su objetivo y buscar los medios y métodos apropiados para alcanzar ese objetivo. La propaganda, como tal, no es ni buena ni mala. Su valor moral es determinado por el objetivo que busca".[]

Lo anterior establece una situación más bien confusa, lo que ha llevado a algunos a sugerir que se pueden derivar cuatro principios de la "propaganda goebbeliana":

1. No hay verdad.- 

2. Toda información (real) es irrelevante.- 

3. La historia y los mensajes de los medios son sólo una narrativa.- 

4. La verdad es lo que se escoge creer. Alternativamente, se proponen los siguientes principios: Principio de renovación: Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público esté ya interesado en otra cosa. -Principio de la verosimilitud: Construir argumentos a partir de fuentes diversas. -Principio de la silenciación: Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario. -Principio de la transfusión: Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. -Principio de la unanimidad: Llegar a convencer a mucha gente de que piensa “como todo el mundo”, creando una falsa impresión de unanimidad.”.

El siguiente texto lo escribí el viernes día 11 de febrero de 2011, por la mañana, cuando todavía Mubarak no había dimitido. Pero solo tenemos que cambiar el escenario de las protestas y poner el escenario que nos han creado para cercenar nuestras libertades. Todo sigue igual, mismos perros con distinto collar y otras "armas" para doblegar a los ciudadanos.

En España la Acción civil no nos ha llevado a conseguir nada, porque de nada han servido ni la huelga general ni los millones de firmas que el gobierno ha recibido pidiendo que no se lleven a cabo las reformas sociales, ni se aprueben leyes como la Sinde, se han pasado por el arco del triunfo más de tres millones de firmas, de diferentes plataformas que solicitaban que no aprobasen la privatización de la sanidad en Madrid, por ejemplo, que no se privatice Aena (por cierto el Estado de alarma fue suspendido en enero, pero la noticia pasó como un rayo, parece ser que a un tal Pimentel le han nombrado negociador del conflicto), no se privatice Correos, y etcétera, etcétera.

En mi opinión, reitero siempre peregrina, creo que la mejor de las revoluciones es la de la desobediencia social, con la que Thoreau ensayaba, y por la que fue detenido por negarse a pagar los impuestos. Puesto en libertad más tarde porque alguien pagó lo que le correspondía por él, o como lo hizo Gandhi.

¿Qué supone para el Estado, que un día un país entero se levante y no participe del juego? No me refiero a una huelga general a eso no, porque para realizarla hay que pedir permiso al mismo Estado y hay que poner de acuerdo precisamente a los que nos están fastidiando. No, no se trata de huelga alguna, se trata de romper las reglas, de no participar en el juego, de no seguir alimentando al monstruo: Mercado- capital- consumo. Se trata de una TOTAL DESOBEDIENCIA CIVIL.

¿Cuánto está dispuesto el Estado a aguantar, una semana, un mes?, y lo que es más importante no podrá obligar a nadie a ir contra su voluntad, y si ésta es la de no participar, destruirá el sistema en menos de un mes.

Imaginen, sólo les pido que imaginen, el resto habrá que ir elaborándolo porque estoy convencido de que la única forma de hacer revolución actualmente es la desobediencia civil.  

Saquen todo su dinero de los bancos a ver qué ocurre, no paguen sus impuestos, a ver qué ocurre, no participen del sistema que los oprime, a ver qué ocurre, inventen, sean imaginativos y creativos y construyan un nuevo sistema, pero antes demuestren su fuerza.  LA FUERZA DEL PUEBLO.

Compra mi novela en:

https://www.bubok.es/libros/253673/La-chica-del-33



Comentarios

Entradas populares de este blog

La verdad nos hará libres

La nueva Inquisición

Crónica de un secuestro XXXV