Crónica de un secuestro XV

Eugenesia
Por Alvaeno Alvaeno


“Cuando la libertad de movimiento de los individuos
es controlada por la salud de todos,
éstos dejan de ser libres,
pero no dejan de ser enfermos”.
Avalon Bretón.
“Todos los hombres reconocen el derecho a la revolución,
es decir, el derecho a negar su lealtad
y a oponerse al gobierno cuando su tiranía
o su ineficacia sean desmesurados e insoportables”.
Henry David Thoreau
(Concord, Massachusetts, 1817-1862)

Cuando la libertad es legislada ésta deja de serlo y como decía Thoreau:  si las leyes o políticas gubernamentales son consideradas injustas o inmorales, la mejor acción es la desobediencia civil.
Pero ¿esta sociedad domesticada será consciente de que la privación de sus libertades y derechos en nombre de su seguridad y de su salud, es la consecuencia de unas leyes y políticas injustas e inmorales?

Desde mi punto de vista, según lo que voy observando al respecto del comportamiento de la mayoría de la sociedad, es que se ha convertido en algo no pensante, un rebaño cuyas inquietudes son pacer tranquilamente en el prado, en el estrecho espacio que el pastor les permite pastar, convencido el rebaño de que su guardián lo hace por su bien, aunque en el fondo, sepan, que serán sus lanas trasquiladas y con toda seguridad sus cuerpos conducidos al matadero. Pero aun así, aceptan la tutela de ese “pastor protector”, que como ya vamos sabiendo, obedece a otros intereses que a los del rebaño.

Hoy quiero hablar de la eugenesia, algo que nos puede sonar atroz, pero que se ha practicado en el mundo a lo largo de la historia de la humanidad, y no muy lejos, en el pasado siglo veinte, se puso en práctica en varias ocasiones, para que os hagáis una idea de ello os dejo este enlace de un artículo que bien explica la similitud que existe entre el Covid-19 y la eugenesia: https://www.elsaltodiario.com/coronavirus/layla-martinez-quien-vamos-matar-pandemia-

¿Y si unas leyes y las políticas que las incentivan son injustas e inmorales, se levantará la población para dirimirlas? ¿Se llevarán a cabo acciones de desobediencia civil ante la injusticia?

Mientras tanto veo que tras casi dos meses de cuarentena, en los que se han eliminado miles de puestos de trabajo, en los que miles de autónomos se han arruinado y en la que miles de personas ya no tienen para comer, y a pesar de las promesas del gobierno de que ha puesto en marcha un plan de ayudas para evitar la hecatombe económica, a día de hoy 5 de mayo de 2020 no han liberado el dinero para que esas ayudas lleguen para paliar, de algún modo, la ruina incipiente de todo el engranaje social y laboral que sustenta el sistema.

Pero lejos de poner en práctica esas promesas, se hace lo que se veía venir que se haría, dotar a los bancos con el dinero que Europa nos entregará para que sean estos los que gestionen el modo, el cuánto, y el cuándo para otorgarlo a aquellos que lo soliciten, en cuanto a empresarios y autónomos se refiere, dejando a un lado a varios millones de personas que de no recibir la Renta Básica lo antes posible, colapsarán las oficinas de Asistencias sociales de los ayuntamientos, los comedores creados para tal fin, y los demás organismos dedicados a la caridad, como son Cruz Roja, Caritas, y otros colectivos que de algún modo ayudan a esas personas que han sido las más golpeadas por esta crisis, a parte de las que han sido víctimas directas o indirectas del coronavirus, por activa o por pasiva intervención del Estado.

Así puede que podamos entender el término eugenesia, y en cómo se está aplicando sutilmente sobre una determinada población, como siempre, como dicen en mi pueblo, “a perro flaco todo se le vuelven pulgas”, dejando en la más absoluta indigencia y miseria a miles de personas cuya subsistencia depende de esas ayudas.

Aquí en Andalucía las ayudas prometidas todavía no han sido entregadas, en espera de que el gobierno andaluz las agilice, pero la falta de personal, y la ineficacia del sistema hace de ello un ímprobo trabajo para los pocos trabajadores sociales que hay.

La eugenesia como plan para eliminar a una gran parte de la población nos puede parecer una idea descabellada, pero si nos remitimos a la historia para constatar que en más de una ocasión, como ya he dicho, se ha puesto en práctica, no veo por qué no sospechar de todo esto como parte de un plan que pretenda eliminar a esa parte de la población que está en riesgo de exclusión o que ya ha sido excluida del sistema capitalista, que se reinventa a cada zarpazo que da, no creamos, ingenuamente, que esta crisis nos llevará a un mundo mejor, porque no se puede ir hacia un mundo mejor si para ello hay que “asesinar” a millones de seres humanos.

Por tanto, sigo pensando que ante este panorama no nos queda otra opción que la desobediencia civil, porque de lo contrario, nos colocarán obligatoriamente la vacuna en contra de un virus, del que los mismos “expertos”, dicen no saber nada o a penas nada, entonces, con ese argumento ¿cómo pretenden encontrar una vacuna, y no solo encontrarla, sino administrarla arbitrariamente?

Eso sí, al rebaño se le va domesticando de a poco, y cada paso en esa domesticación, lo lleva hacia la aceptación sin poner en duda lo que se le está recetando, la “obligación” disfrazada de “por el bien y la salud de todos”, de ponerse la vacuna, aunque de esta, según los testimonios de los mismos que la están buscando, no se sepa cuáles serán sus efectos secundarios. Y es en este punto en el que deberíamos detenernos, porque tras ello puede que se esconda, muy bien escondida, no solo la palabra eugenesia, sino lo que ella en la práctica significa: la disminución de una gran parte de la población mundial, eso sí, siempre caerán los muertos del mismo lado, del lado de los pobres y de los inocentes.

Salve, César, los que van a morir te saludan.
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