Posverdad y neolengua
POSVERDAD
Posverdad o mentira emotiva es un neologismo que
implica la distorsión deliberada de una realidad en la que priman las emociones
y las creencias personales frente a los hechos objetivos, con el fin de crear y
modelar la opinión pública e
influir en las actitudes sociales, tal como lo define la Real Academia Española
de la Lengua (RAE).2
En cultura política, se
denomina política de la posverdad (o política posfactual) a aquella en la que
el debate está enmarcado ya no en apelaciones, sino en las emociones,
desconectándose de los detalles de la política pública y
por la reiterada afirmación de puntos de discrepancias en los cuales las
réplicas fácticas o hechos, son ignoradas. La posverdad se diferencia de la
tradicional disputa y falsificación de
la realidad o veracidad, dándole una importancia «secundaria». En resumen,
sería la idea según la cual «el que algo aparente ser verdad es más importante
que la propia verdad».3
Para algunos autores la posverdad es sencillamente mentira (falsedad)
o estafa encubiertas
con el término políticamente correcto de
«posverdad», expresión que ocultaría la tradicional propaganda política
o el uso de las relaciones públicas como
instrumento de manipulación.
En realidad, la posverdad podría ser interpretada como una elongación de
una larga tradición de engaños políticos, manipulaciones mediáticas y
propaganda.
Un rasgo definitorio de la
política de la posverdad es que los activistas continúan repitiendo sus puntos
de discusión, incluso si los medios de comunicación o los expertos
independientes demostraran que estos puntos fueran falsos.1011 12 En un modo más extremo, la política de la posverdad
puede hacer uso del conspiracionismo.1314
La posverdad utiliza para su funcionamiento el microtargeting,
una técnica basada en algoritmos que analiza, separa y junta a las personas
según su forma de pensar y sus intereses, y ofrece servicios y productos que
satisfagan sus deseos para tener así a la gente dividida por ideologías y
creencias. Esto provoca que las personas tengan medios de comunicación muy
diferentes dependiendo de su manera de pensar. Así, una persona de ideología
liberal y una socialista rara vez se informarán con medios que coincidan. Esto
es así porque los medios se preocupan más en dar a cada uno su verdad que en
dar la verdad de manera objetiva. Esta herramienta está presente en el mundo de
la comunicación, y cada vez es más común ver interpretaciones y opiniones
subjetivas sobre la realidad de cada uno que la realidad en sí. Así, la combinación
entre globalización y la masificación digital ha creado que la realidad sea un
mosaico en el que cada uno añade una parte de su verdad. Además, el hecho de
que los algoritmos y los sistemas electrónicos analicen las fuentes, las
reorganicen y las entiendan ha provocado que estos sistemas inanimados
extraigan sus propias conclusiones y aprendan de ellas, cambiando los
procedimientos y la manera de presentar la información. De esta manera el
usuario que busca información encuentra ideas ya extraídas, y no se le permite
razonar y analizar la información para obtener sus propias conclusiones. A esto
se le añade el hecho de que cada vez es más común ver noticias repetidas,
falsos expertos dando opiniones que confunden a la población y medios de
comunicación manchados por bulos, plagios y
opiniones enmascaradas como información veraz, lo que dificulta aún más que el
ciudadano de a pie se informe.40
El sociólogo Félix Ortega cree que el funcionamiento actual de los medios hace que los ciudadanos no puedan diferenciar la verdad de la mentira. Esto se debe a la transformación de la información en propaganda, a la falta de principios y ética y a la persecución continua de intereses privados de quienes controlan los medios de comunicación, que se ven beneficiados al polarizar a la población y así tener un público fiel.41
NEOLENGUA
La neolengua (newspeak en el original) está compuesta de tres
vocabularios:
• Vocabulario A: está compuesto de
palabras simples y prácticas como «beber», «trabajar», «cocinar»…
No existen adverbios ni adjetivos; sólo sustantivos, verbos, pronombres,
relativos, demostrativos y verbos auxiliares. Los verbos y sustantivos tienen
la misma forma y se convierten en adjetivos y adverbios añadiéndoles prefijos
como «–lleno» («–ful)» o «–demodo» («–wise»). Así es como, por ejemplo, de
«rapidez» («speed») proviene «rapidolleno» («speedful»), que significa
«rápido», y «rapidodemodo» («speedwise»), que significa «rápidamente». Además,
no existen antónimos como tales o palabras que impliquen grados superiores o
inferiores de significado. Para decir «malo», por ejemplo, habría que decir
«inbueno» («ungood»), «plusfrío»
(«pluscold») para «muy frío» y «dobleplusfrío» («doublepluscold») para «muy muy
frío». Además, se tiende a eliminar palabras que se consideran innecesarias al existir otras con un significado similar.
Por ejemplo, la palabra «cortar» («cut») se elimina para resumirse en
«cuchillo» («knife»).
• Vocabulario B: está compuesto por
palabras ideadas adrede con la pretensión de inculcar una manera de pensar
concreta orientada hacia la ideología política del Partido.
Estas están compuestas por otras palabras que casan bien
fonológicamente y su creación implica la supresión de otras muchas que
supuestamente son innecesarias. Por ejemplo, se eliminan las palabras
«justicia», «moralidad», «democracia»… para agrupar su significado bajo el
término «bienpensar» («goodthink»). Se supone que una persona al conocer una
palabra como «viejopensar» («oldthink») o «sexocrimen» («sexcrime») conoce
todos los matices que estos implican, los cuales no son suficientemente
importantes como para dedicarles una palabra individualmente. También entran en
este vocabulario los nombres de personas, organizaciones, doctrinas,
instituciones… que se han acortado con el fin de facilitar su recuerdo y hacer
olvidar las asociaciones a las que hacen referencia las demás palabras de dicho
nombre. Por ejemplo, «Comiterm» («Comin -tern») se utiliza para sustituir a
«Internacional Comunista» («Communist International»).
• Vocabulario C: está formado por el
vocabulario científico y técnico, despojado de palabras y significados
indeseados al igual que los otros dos anteriores.
De esta manera, en 1984 el Partido inicia lo que en
sociolingüística se denomina un proceso de planificación lingüística, el cual
tiene por objetivo extender el uso de una o más lenguas en una determinada
comunidad de hablantes. Ésta suele iniciarse con el fin de cumplir unos
propósitos materiales o no y es generalmente impulsada por el gobierno. Esta
intervención suele tener lugar en territorios donde conviven varias lenguas de
las cuales una sufre un estado de desigualdad lingüística (por ejemplo, el
gallego en comparación al español), con lo cual se trata de dar prestigio a
esta lengua desestimada, normalmente a través de la literatura, la educación y
su promulgación en los medios de comunicación. Para ello, es muy importante la
labor de traductores, escritores, periodistas… etc.
En 1984, se observa cómo el Partido trata de introducir la
neolengua en el lenguaje ordinario a través de los discursos políticos y la
traducción de las obras literarias a este idioma para destruir posteriormente
sus versiones en la viejolengua. Sin embargo, esto es un proceso lento para el
cual se calcula que se verá completado en sesenta y seis años.
A lo largo de la historia, numerosos expertos como Edward Sapir
y Benjamin Lee Whorf han demostrado cómo la legua nativa de un hablante
condiciona su manera de pensar. Según su léxico y sintaxis, los hablantes crean
una determinada visión del mundo matizándola con su cultura, la cual expresan a través de la lengua.
La neolengua trata de limitar y condicionar el pensamiento de
los hablantes. Al reducir las palabras que pueden utilizar disminuyen, así
mismo, los pensamientos que pueden concebir. Las generalizaciones y supresiones de palabras restringen las ideas
del individuo. Si la palabra «libertad» no existe, es imposible que sepamos que
exista tal concepto y, mucho menos, que podamos aspirar a disfrutarlo. La
reducción de antónimos convierte las palabras en eufemismos con las que los hablantes
apenas pueden expresar su disconformidad, odio o desprecio. Decir que el Gran
Hermano es «inbueno» es mucho más suave que otros posibles adjetivos. En la
neolengua de Orwell, los ciudadanos poco a poco pierden la precisión para
expresarse y olvidan antiguos valores como la democracia y la igualdad,
sometiéndose cada vez más a la dictadura del Partido.
De esta manera, George Orwell demuestra el gran poder que el
lenguaje ejerce sobre la humanidad y cómo este puede ser utilizado para
manipular la mente de la gente.
¿LENGUAJE
INCLUSIVO/LENGUAJE EXCLUYENTE PATRIARCAL?
EJERCICIO:
Escribir los pronombres en singular y en plural masculino y
femenino:
Yo, tú, él, ella, nosotros/as, vosotros/as, ellos/as
Ahora vamos a escribir estos pronombres en lenguaje inclusivo:
Ye, te, il, nosotres, vosotres, illes
Ahora escribiremos esta frase con cada uno de los lenguajes:
“Excluyente o patriarcal”: Yo tengo un caballo que se llama
Rocinante
“Inclusivo”: Ye tenge in caballe que se llame Rocinante.
Yo soy un niño/ Ye sei une niñe
Tú eres una niña/ Te eres une niñe
Los niños/ Les niñes
Todos nosotros somos latinos/ Todes nosotres somes latines
Una de las estrategias de los psicópatas integrados para
confundir a sus víctimas es unas lo que denominamos ENSALADA DE PALABRAS, que
en mi opinión vendría a ser como este nuevo lenguaje al que definen como
inclusivo, cuando lo que creo es que es excluyente. Aquí los ejemplos.
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